26 mayo 2008

Johannes Brahms - 175 Aniversario (1)

Se cumple el día 7 de Mayo de este año, el 175 Aniversario del nacimiento de uno de los más grandes compositores que han existido: JOHANNES BRAHMS. Por este motivo, hemos decidido reproducir un excelente e interesante artículo escrito por Jordi Cervelló (1), publicado hace 25 años en la desaparecida revista "Algo" y que encontramos buscando por nuestra pequeña biblioteca.

(1) Jordi Cervelló i Garriga (Barcelona 1935) es un compositor catalán que estudió violín y composición con Joan Massiá y Josep Mª Roma respectivamente. Después estudió en Milán, Siena y Salzburgo. Fue profesor y pedagogo en el Conservatorio de Barcelona de 1982 a 1996 y también es crítico y escritor, autor del tratado "Principios fundamentales sobre la técnica del violín". En el año 2006 recibió la distinción honorífica "Creu de Sant Jordi" que concede el Ayuntamiento de Barcelona a personalidades relevantes.


Johannes Brahms 1833 - 1897


En 1833, Hamburgo, la gran ciudad hanseática, no era sólo uno de los mayores y más prósperos puertos del norte de Europa, era también un importante centro de cultura alemana.
En lo referente a la música, existía una sólida tradición iniciada en el siglo XVII con la creación del Collegium Musicum. En el curso del siglo siguiente, la vida musical de la ciudad fue marcada por la personalidad de tres hombres ilustres: Johann Mattheson, Georg Philip Teleman y Carl Philip Emanuel Bach.

El primero, cantor, compositor, teórico y crítico ejerció su influencia a través del primer periódico musical "Crítica Música" del que fue fundador. En 1703, presentó a sus conciudadanos, a un joven músico de gran talento: Georg Frederich Haendel. Teleman, quizás el músico más famoso y considerado de su generación, transcurrió 40 años en Hamburgo (de 1727 a 1767) dominando la escena musical para dar paso a su ahijado Carl Philip Emanuel Bach.

La ciudad de Hamburgo (Alemania/Europa) en el año 1894

Con tales precedentes, Hamburgo era la ciudad adecuada para ser la cuna, hace 175 años, de uno de los más grandes artistas que Alemania ha dado al mundo: Johannes Brahms.

El futuro gran compositor nació el 7 de Mayo de 1833 en el seno de una modesta familia formada por Johann Jacob Brahms y Johanna Nissen. Johanna, casi 20 años mayor que su marido, era el verdadero jefe de la familia. Llena de sentido práctico y buena administración, mantenía el orden en el hogar. Johann Jacob que contaba 24 años al momento del nacimiento de su hijo, tocaba el contrabajo y la trompa en la orquesta que actuaba en el Alster Pavillon de Hamburgo. Aunque nunca pasó del diletantismo, Jacob estaba dotado de fantasía musical y de temperamento; pronto se percató de las dotes musicales de su hijo.


Los padres de Johannes Brahms, Joseph y Johanna

Años de formación

Naturalmente, fue él quien impartió al pequeño sus primeras lecciones de música y cuando se dio cuenta de que ya nada podía enseñarle, le confió a un maestro más competente: Otto Cossel. Era el año 1840 y Johannes contaba siete años. Además de sus enseñanzas pianísticas y del descubrimiento de J.S. Bach, Johannes Brahms debió a Cossel el haber sido salvado de emprender un camino equivocado. En efecto, unos años más tarde, un empresario teatral de paso por Hamburgo oyó casualmente tocar al pequeño Brahms y concibió la idea de organizar una gira del muchacho por América. Empezó a presionar en este sentido a Jacob Brahms para que diera su consentimiento a un proyecto que la reportaría fama y dinero. Muy probablemente Jacob se habría dejado convencer sin la intervención de Cossel. Este conocía bien los peligros que acechan a los niños prodigios y las consecuencias a menudo desastrosas de un éxito prematuro. Johannes no debía abandonar sus estudios y perfeccionarse para llegar a ser un verdadero virtuoso.

Ayuntamiento (Rathaus) de Hamburgo. Esta ciudad tiene canales como Amsterdam y sus edificios antiguos son muy parecidos

Para sentirse respaldado, Cossel recurrió a Eduard Marxsen, el más conocido maestro de piano de Hamburgo y le expuso el problema. Marxsen estuvo de acuerdo con él y aceptó de tomar al pequeño Brahms como discípulo. Este segundo maestro era un notable pedagogo, había estudiado con Ignaz Seyfried (discípulo de Haydn y Mozart) y además de un óptimo pianista era un hábil compositor. Marxsen dio a su discípulo una sólida formación y supo inspirarle afecto y devoción duraderos. Incluso cuando ya era famoso, Brahms sometía todas sus composiciones al juicio de su anciano maestro antes de hacerlas públicar. En aquellos años de formación Brahms estudió también idiomas y se interesó por la literatura, sobre todo por la poesía. Para ayudar a costear sus estudios y no pesar sobre el modesto balance de su familia, aceptó trabajo como pianista en una taberna del barrio del puerto.


Un joven y atractivo Brahms en 1853 con veinte años.

A la conquista de Alemania

En 1850, un elemento pintoresco vino a animar la existencia algo monótoma del joven músico. Exilado tras la rebelión húngara de 1848-49, llegó a Hamburgo el violinista Eduard Remenyi. Hombre de mundo, de temperamento aventurero, desenvuelto y algo charlatán, Remenyi causó gran impresión en el ingenuo Brahms y entre ellos nació la amistad.

Años más tarde Brahms escribiría: "nunca pude aprender mucho de Remenyi; había demasiadas mentiras en él". Sin embargo en 1853, estuvo bien dispuesto a partir con él a la conquista de Alemania. Los dos compañeros partieron de Hamburgo el 19 de abril, a finales de mayo llegaron a Hannover donde Brahms encontraría el hombre clave de su vida: Joseph Joachim. El gran violinista captó inmediatamente el verdadero valor de aquel muchacho de 20 años quien, además, le inspiró una instintiva simpatía.

Joachim se dio cuenta de que Remenyi sólo quería explotar las dotes pianísticas de Brahms y le aconsejó de separarse de él. La despedida de los dos artistas fue bastante brusca; Remenyi siguió con su existencia nómada y Brahms emprendió el camino de Weimar para ser presentado a Franz Liszt.

Franz Liszt. Genial compositor, no se entendió bien con Brahms.

A pesar de las palabras antes citadas, de Brahms sobre Remenyi, su relación con el violinista no fue sin frutos. En efecto por mediación de él, Brahms conoció muchas melodías del folklore húngaro que utilizó para sus Danzas húngaras, obras que se hicieron popularísimas.

El encuentro con Liszt no dio el resultado esperado. Brahms no estaba a gusto en el ambiente elegante pero mundano y chismoso de Weimar y el prestigioso maestro le apareció no desprovisto de histrionismo. Por su parte, Liszt no simpatizó con su joven colega; entre los dos se levantó un infranqueable muro de incomprensión recíproca. Fue nuevamente Joachim quien actuó como agente del destino enviando a Brahms a Düsseldorff tras haber escrito a Robert Schumann de acogerle en su casa.




El Königs allee (King's Avenue) de la ciudad alemana de Düsseldorff donde vivía Schumann

Continuará en un próximo capítulo.

A continuación vemos a Arthur Rubinstein que interpreta el "Intermezzo" op.117, nº 2 de Johannes Brahms





El gran violinista Yehudi Menuhin nos ofrece la danza húngara nº 4 de Brahms. Al piano Antal Dorati.



19 mayo 2008

Johannes Brahms - 175 Aniversario (2)

Brahms en 1861 cuando tenía 28 años.

Brahms y los Schumann

Aunque provisto de una carta de presentación, Brahms dejó pasar unos meses antes de emprender el viaje a Düsseldorff. Un hecho acaecido algún tiempo antes le hacía vacilar. Durante una gira de conciertos los Schumann habían pasado por Hamburgo. En aquella ocasión, Brahms había enviado al maestro algunas composiciones suyas para que las examinara. El sobre le había sido devuelto sin abrir. Por fin, Brahms logró decidirse y el 1 de Octubre de 1853, llamó a la puerta de la casa Schumann.

Una fotografía de la ciudad de Düsseldorff

El primer encuentro de Brahms con el matrimonio Schumann se desarrolló de forma muy distinta de como había ocurrido con Liszt. Como distinta era la alegre casa de la Vilkerstrasse, llema de voces de niños y de música, de la suntuosa mansión de Liszt en Weimar. Sentándose al piano, Brahms tocó su Sonata en do mayor; bastó el primer movimiento para que Schumann, entusiasmado, llamara precipitadamente a Clara: "Ven rápido! ¡Es un genio!"
La misma palabra había empleado Schumann para calificar a Chopin que no se lo agradeció.
Con Brahms las cosas fueron distintas. Entre los tres nació una verdadera amistad basada sobre el entendimento espiritual; fue como si los tres se completaran recíprocamente. Pero, ¿Fue solamente amistad lo que Johannes sintió para Clara? Una ojeada a la nutrida correspondencia que los unió a lo largo de todas sus vidas demuestra que fue amor, un amor puro y desinteresado, el sentimiento que Clara inspiró a Brahms.


Los Schumann: Clara y Robert

En cuanto Schumann, no quiso demorarse en imponer a la atención del mundo musical alemán aquel que, según palabras de Joseph Joachim, era "un nuevo astro en el firmamento musical". El 28 de octubre escribió: "Pensaba que, un día, se presentaría de improviso alguien llamado a manifestar de forma ideal la más alta expresión de su tiempo, alguien que nos daría la perfección magistral, no a través del desarrollo gradual de su ingenio, sino de golpes, como Minerva cuando salió enteramente armada de la cabeza del Crónida. Y esta sangre joven, cuya cuna vigilaron las Gracias y los Héroes, llegó. Su nombre es Johannes Brahms; llegó de Hamburgo donde componía en un silencio oscuro, pero sobre el cual vigilaban Gracias y Héroes. Se inspira en las formas más difíciles del arte. En su persona se veían todas las señales que nos anuncia: he aquí a un elegido...".

Tales apasionadas frases pertenecen a un famoso artículo titulado Nuevos Caminos que fue al mismo tiempo la presentación de Brahms y la despedida de Schumann, ya que fue el último artículo que publicó en la revista "Neue Zeitschift für Musik".


Joseph Joachim, gran violinista y amigo de Brahms. Su influencia fue importante en la vida y obra del compositor.

Primeras obras

¿Cuales eran, en aquel momento, las obras de Brahms que tanto entusiasmaron a Schumann?
Antes que nada sus tres sonatas para piano, sus opus 1, 2 y 5 respectivamente en do mayor, fa sostenido menor y fa mayor. Son tres obras de amplias dimensiones que demuestran la capacidad de su autor de construir vastas arquitecturas. En otra parte del artículo citado, Schumann las definió "sinfonías veladas". Y era precisamente una sinfonía lo que Robert y Clara esperaban de Brahms, sin embargo sus obras siguientes fueron tres colecciones de lieder (los op. 3, 6 y 7) primera contibución del compositor a un género muy adecuado para quien se había nutrido de poesía en sus primeros años. Tras los lieder vendrían las variaciones, una forma musical particularmente querida por Brahms y en la cual sobresaldría como nadie. Su primer ensayo fueron las "Pequeñas variaciones" sobre un tema de Schumann. Más adelante Brahms volvería a este género con dos obras importantes, la "Variaciones sobre un tema de Paganini" op. 35 y las "Variaciones sobre un tema de Haendel" op. 24 cuya poderosa fuga final se inspira directamente en modelos barrocos.

El castillo de Detmold

Brahms en Detmold

En 1856 Schumann murió. Brahms se quedó algún tiempo en Düsseldorff junto a Clara, pero al año siguiente aceptó un puesto en la corte del príncipe de Lippe en Detmold. En aquella pequeña ciudad de Westfalia, entre 1857 y 1859 Brahms se familiarizó con la música de Haydn y descubrió la antigua música alemana que caló muy hondo en él. Tuvo además sus primeros contactos efectivos con la orquesta e hizo sus primeras armas como compositor para esta agrupación. De aquellos tiempos datan la "Serenata en re mayor" op. 11 y la "Serenata en la mayor" op. l6, ambas escritas en la sencilla forma de suite. En Detmold existía además un pequeño coro al que proporcionar un repertorio. Para este conjunto y para otro de Hamburgo compuesto sólo por damas (el servicio en Detmold permitía a Brahms de hacerse cargo también del conjunto hamburgués) Brahms compuso varias piezas de música sacra inspiradas en modelos del pasado y otras de música profana que, en cambio, son de contenido y contornos románticos.



Una vista de Detmold, que posée muy bellos paisajes

En 1859, Brahms abandonó Detmold pensando de establecerse nuevamente en Hamburgo. Esperaba obtener la dirección de la Singakademie hecho que le hubiera permitido quedarse cerca de sus padres cuyas relacones no marchaban bien. Desgraciadamente tales deseos no pudieron realizarse ya que la plaza fue concedida a un amigo del compositor, Julius Stokhausen. Desilusionado Brahms se trasladó en 1862 a Viena y fue la Singakademie de esta ciudad quien le ofreció el puesto de director. Fue sin embargo un cargo efímero ya que en 1864, Brahms se dio cuenta de que podía vivir, aunque sin lujos, de los beneficios de sus ediciones y de su actividad concertística y decidió convertirse en un profesional libre. Entre tanto sus padres se habían separado definitivamente creando una situación difícil para el compositor que tuvo que mantenerlos en casas separadas hasta que en febrero de 1865 su madre murió.



Otro bonito paisaje de Detmold
Continuará en el tercer capítulo.

A continuación vemos a Jessie Norman cantando el lieder de Johannes Brahms titulado: "Geistliches Wiegenlied"






Y ahora una verdadera joya: el Concierto nº 2 para piano y orquesta de Brahms interpretado maravillosamente por un joven Mauricio Pollini junto a la orquesta Filarmónica de Viena, todos dirigidos por Claudio Abbado. Es una grabación realizada en 1976 en el Musikverein.

(Esto es una lista de reproducción, se puede escuchar el concierto completo o bien elegir alguno de los seis vídeos que lo componen con el segundo botón a la zquierda).
NOTA: Los vídeos 4 y 5 que corresponden al "andante" parece que hay un problema para verlos. Los demás se ven bien.


12 mayo 2008

Johannes Brahms - 175 Aniversario (3)


El "Requiem alemán"

Johannes sintió profundamente la muerte de su madre y concibió, en memoria de ella, una obra de envergadura, el "Requiem alemán" que escribió entre 1866 y 1867 y que le acreditó como compositor de primera línea. Se trata de una obra basada sobre una libre adaptación, efectuada por el mismo Brahms, de los textos bíblicos. Los solistas vocales, soprano y barítono, tienen un rol reducido, predominando el coro. La orquestación es muy elaborada.

Fue algo más que amor el sentimiento entre Clara Schumann y Brahms durante toda su vida. La música y la mútua admiración que sentían el uno por el otro, los unió con un profundo vínculo espiritual.

Debemos volver algunos años atrás para hablar de dos acontecimientos importantes de la vida del compositor: un noviazgo fustrado y el estreno de su primer concierto para piano. En el verano de 1858, Brahms (que tenía entonces 25 años), transcurrió algunos días de vacaciones en casa de su amigo Albert Dietrich, en otro tiempo asiduo de la casa de los Schumann. La joven esposa de Dietrich presentó a Brahms una amiga suya, Agathe von Siebold. Era una muchacha extraordinariamente hermosa, dotada además de una bella voz y de gran musicalidad. Brahms quedó fascinado y los dos jóvenes se prometieron. Se ha atribuído a los celos de Clara Schumann la responsabilidad de la ruptura entre Johannes y Agathe.( Sin embargo, Brahms que le dedicó su hermoso sexteto nº 2 opus. 36, le escribió: Os amo...! Pero no soy capaz de encadenarme! )Parece que también tuvo parte en ello la mala acogida que obtuvo el Primer Concierto en re menor para piano y orquesta. La composición de esta obra había sido bastante trabajosa. En 1854, siguiendo los consejos de Schumann, Brahms inició una sinfonía. Insatisfecho de cuanto había escrito transformó la sinfonía en una sonata para dos pianos pero tampoco esta fórmula le pareció bien y decidió que la nueva obra sería un concierto.


Manuscrito del sexteto nº 2 de Joahnnes Brahms

El Primer Concierto para piano y orquesta en re menor op. 15 se estrenó en Leipzig en 1859 y como ya se ha dicho, no tuvo éxito. Principales motivos del fracaso fueron, por un lado la naturaleza misma del concierto, una obra de gran aliento, meditativa e íntima y absolutamente ajena a todo virtuosismo. (En el mismo se reflejan los profundos sentimientos del compositor ante la tragedia de los Schumann: la enfermedad de Robert y su muerte y el dolor de Clara).
Por otro, también cierta imperfección en la instrumentación. Esta experiencia negativa no desanimó a Brahms quien la juzgó incluso fructífera: "Fue probablemente la mejor cosa que podía ocurrirme, ya que me forzó a reflexionar y la reflexión estimuló mi coraje".
Lo cierto es que durante algún tiempo Brahms se mantuvo alejado de las formas sinfónicas y cuando volvió a interesarse por ellas había resuelto espléndidamente todos los problemas técnicos y formales.

Johann Strauss II y Brahms. Los dos fueron muy buenos amigos

Plena madurez artística en Viena

Tras su establecimiento en Viena (1862), Brahms alcanzó su plena madurez artística. Nacieron entonces varias de sus más importantes obras de cámara: el sexteto en si bemol mayor op. 18, los "Cuartetos con piano" op. 25 y op.26, las ya citadas "Variaciones sobre un tema de Haendel" op. 24 y una colección de Lieder inspirados por un poema medieval "El romance de Magelone", etc.
Brahms había encontrado definitivamente su propio lenguaje. Un lenguaje que cumplía una feliz síntesis entre las formas clásicas y el espíritu romántico resolviéndose en un estilo muy personal e independiente de cualquier corriente contemporánea. Alemania estaba entonces dividida entre el conservadurismo de Leipzig que se remontaba a Mendelssohn y el vanguardismo de Weimar instaurado por Liszt; Brahms se mantuvo ajeno a tendencias siguiendo su propio camino sin dar demasiada importancia a éxitos o fracasos.

El palacio Belvedere en Viena

Las sinfonías

En 1874, Brahms puso a prueba su técnica orquestal con las "Variaciones sobre un tema de Haydn" y tras esta obra se sintió por fin seguro para dar término a su Primera Sinfonía. Iniciada en el lejano 1859, la Primera Sinfonía necesitó quince años para adquirir su forma definitiva. Fue estrenada en 1876 obteniendo un gran éxito. ¿Por qué Brahms titubeó durante tantos años antes de decidirse a enfrentarse con el género sinfónico?. Sin duda tuvo mucha parte en ello el conjunto se sentimientos amor-veneración y temor que le inspiraba la obra de Bethoven en este caso. Sabía que sus composiciones serían inevitablemente comparadas a las del gran maestro de la sinfonía y quería estar a la altura de tal comparación.

Busto de Brahms en Viena

Al año después del estreno de la Primera, Brahms empezó a componer su Segunda Sinfonía que completó en sólo cuatro meses. Mientras la estaba esribiendo, Brahms no resistió la tentación de divertirse engañando a sus amigos sobre el carácter de la nueva obra. El editor Simrock se quedó muy perplejo cuando Brahms le dijo: "La nueva sinfonía es tan melancólica que no será capaz de soportarla. No he escrito nunca nada tan triste en tono menor, la partitura debe ser publicada con ribetes negros".
Tras esta declaración, la sorpresa de los adictos al compositor fue mayúscula cuando, en el estreno se encontraron frente a una de las obras más amables y serenas de la literatura sinfónica.
También la Segunda Sinfonía en re mayor op.73 obtuvo un gran éxito, sin embargo tuvieron que transcurrir cinco años antes de que Brahms se interesara nuevamente por el género sinfónico. En efecto, la Tercera Sinfonía en fa mayor, op. 90 se estrenó el 2 de diciembre de 1882 y la Cuarta y última en mi menor op. 98, el 25 de octubre de 1885.



Vista de la Glorieta y sus jardines en Viena. Brahms vivió la mayor parte de su vida én esta ciudad

Finaliza en el próximo capítulo.


La pianista Helene Grimaud nos ofrece la rapsodia op. 79 nº 1 de Brahms




Herbert von Karajan dirige en 1973 a la Orquesta Filarmónica de Berlín en el 4º movimiento (final) de la Sinfonía nº 2 de Brahms



Y para finalizar, un fragmento del "Requiem Alemán" titulado "Dem alles fleisch..."

05 mayo 2008

Johannes Brahms - 175 Aniversario (4)

Monumento a Brahms en Viena

Obras de gran envergadura

Los cinco años que separan las dos series de sinfonías fueron particularmente fecundos. Brahms compuso entonces sus obras de mayor envergadura, el Concierto para violín y orquesta (1878) una de las obras cumbres de la literatura violinística, el monumental Segundo Concierto para piano y orquesta (1881), la Obertura para una fiesta académica,, la Obertura Trágica y alguna de las Danzas Húngaras. A esta obras sinfónicas se añade la Primera Sonata para violín y piano op. 78, llamada Regensonate, de las otras dos sonatas para violín y piano, la Segunda op. 100 nació en 1885 durante un feliz verano transcurrido junto al lago de Thun, mientras que la Tercera op. 108, de atmósfera muy distinta, es de 1888.

Muy copiosa ha sido la producción de Brahms en cuanto a la música vocal a lo largo de toda su vida. Comprende varias colecciones de Lieder, coros a cappella, coros mixtos, coros para voces de mujer y de hombre, cuartetos, dúos y dos obras mayores: el ya citado Réquiem Alemán y Rinaldo, una composición , dramática en cinco cuadros.


Johannes Brahms fotografiado en su estudio

Brahms vivió consagrado a su arte

Desde que decidió ser un músico libre, la existencia de Brahms fue la de un hombre completamente dedicado a su arte. Tras el éxito del Réquiem Alemán en 1868, su situación económica se consolidó llegando a ser muy holgada en los años siguientes. Entre 1871 y 1874, Brahms dirigió las temporadas de conciertos de la Sociedad de los Amigos de la Música en Viena
influyendo grandemente sobre el gusto musical vienés.
Después del fallido noviazgo con Agathe von Siebold, Brahms tuvo otros amores de poca duración. El más serio fue el que le inspiró la hija de Schumann, Julia, cuya mano pidió en 1869 ( él tenía 36 años) siendo rechazado. Otro amor de Brahms fue la jovencísima y encantadora Elisabeth Stockhausen. En aquella ocasión, sin embargo, el compositor no se decidió a declararse y la muchacha se convirtió pronto en condesa von Herzogenberg. Estos interludios sentimentales turbaron sólo fugázmente la tranquila y laboriosa existencia de Brahms, cuyas grandes realizaciones le procuraron varios reconocimientos oficiales. En 1877, la Universidad de Cambridge le nombró Doctor Honoris Causa, la de Breslau hizo lo mismo en 1881. Poco después fue nombrado miembro de la Academia de Bellas Artes de Berlín y en 1886 de la de París.



En 1891, se declararon casi imperceptiblemente los primeros síntomas de la enfermedad que le llevaría a la tumba, un cáncer de hígado. Brahms, sin hacer mucho caso, siguió llevando su vida habitual y componiendo. Tras el bellísimo trío para violín, violoncelo y piano op. 101 escrito en 1886, produjo otras admirables obras de cámara: El Quinteto de cuerda op. 111 en sol mayor, el Trío op. 114 y el Quinteto op. 115 ambos con clarinete. Su última composición vocal serán los "Cuatro cantos serios" op. 121 para bajo y piano, una obra de inspiración bíblica, su verdadero despido de la vida. Sin embargo, Brahms, artista alemán por excelencia, cerraría su existencia con una obra digna de de Bach y del gran arte alemán barroco, los espléndidos Preludios-Corales para órgano op. 122.
"Desde lo más profundo de mi corazón, mis más afectuosos deseos van hacia tí". Con estas palabras enviadas en mayo de 1896, en ocasión del cumpleaños de Johannes, Clara Schumann se despidió de su fiel amigo. Unos días más tarde, Marie Schumann escribiría a Brahms: "Hoy nuestra madre se ha dormido tranquilamente".
Con la misma serenidad, el compositor terminaría su vida el 3 de Abril de 1897.


Los restos de Brahms descansan en Viena



Sinfonía nº 3 en Fa Mayor, op. 90, tercer movimiento "Poco Allegretto"




Concierto para violín en Re Mayor, op. 77. Henryk Szering violín, Orquesta de la Sociedad de Conciertos de París, dirige Paul Paray. Es una grabación de 1962.

(Esto es una lista de reproducción, se puede escuchar la obra completa o elegir uno de los tres vídeos que lo componen: 1er movto. 2º y tercero. Si se interrumpe el enlace y sale el mensaje "I am sorry...", pulsando de nuevo se restablece la conexión con youtube).