03 junio 2010

Robert Schumann, Sinfonía "Renana"




Robert Alexander Schumann (Zwickau, 8 de junio de 1810 - Endenich, Bonn, 29 de julio de 1856). Compositor alemán de la época del romanticismo y uno de los músicos de mayor fama en la primera mitad del siglo XIX. Tanto en vida como en obra refleja en su máxima expresión la naturaleza del romanticismo, siempre envuelta en la pasión, el drama y, finalmente, la tragedia. Une la ilustración literaria con una gran complejidad musical, creando obras de gran intensidad lírica. (Wikipedia)

A principios de octubre de 1841, Schumann tiene una misteriosa premonición y señala en una carta a su amigo Carl Kossmaly: El tiempo apremia y la noche empieza a caer. Así comenzó el periodo denominado Década Sinfónica de Robert Schumann. Afortunadamente, sin embargo, esta oscuridad mental que esperaba, no descendería durante doce años, a pesar de lo amenazadora que se cerniera de cuando en cuando. Es posible decir por tanto, que esta música gloriosa nació de numerosos momentos felices,(se había casado el año anterior con Clara Wieck y en 1841 nació su primera hija, Marie) mientras alternaba sus placeres hogareños cotidianos con sus sueños de imaginación creadora.

La sinfonía nº 3 en Mi bemol, opus 97, denominada "Renana" coincidió con el principio de un periodo considerablemente decadente del compositor, sin embargo, felizmente el propio Schumann no se advirtió de ello. En septiembre de 1850 los Schumann habían llegado a Düsseldorf, donde Robert iba a suceder a Ferdinand Hiller como director de orquesta y coros locales. Sería su primer salario musical obtenido de forma regular, lo cual le produjo más de un escrúpulo. La región de Renania (Rheinland en alemán) es el nombre con el que se designa a las tierras de ambos lados del río Rin, al Oeste de Alemania. Ofrece muy hermosos paisajes y fértiles tierras donde se cultivan especialmente preciados viñedos.


La impresionante catedral de Colonia

Sir George Grove insiste, sin citar la fuente, que Schumann estaba preparando una Sinfonía para el Festival del Rhin cuando se encontraba todavía en Sajonia. Es posible que se sintiera inspirado por agradables recuerdos de sus tiempos de estudiante por el país. Wilhelm von Wasielewski, a quien Schumann había traído de Leipzig para ser maestro concertador, nos dice que la Renana fue concebida por vez primera, según dijo el propio compositor al ver la Catedral de Colonia.

Se dice que los Schumann fueron por primera vez a visitarla poco después de su llegada a Düsseldorf y Clara anotó en su diario que: Estamos encantados... sobre todo por la vista de la magnífica Catedral, puesto que incluso contemplada de cerca sobrepasa todas nuestras esperanzas... Más adelante, el 16 de noviembre, Clara escribía: Roberto está trabajando en algo. No se lo que es... Pues bien, era precisamente la sinfonía Renana. El movimiento inicial se terminó el 23 del mismo mes, el segundo el día 29, el tercero el 1 de diciembre y el cuarto y quinto hacia el 9 de diciembre. El movimiento extra -el cuarto- parece que había sido preparado para una fiesta religiosa a la que asistiría el compositor hacia medianos de noviembre y que consistía en el nombramiento del Arzobispo von Geissel como Cardenal. La interpolación molestó a la señora Schumann cuya sensibilidad se enraizaba profundamente en la tradición.



Robert y Clara Schumann

Se desconoce lo que desagradó al público de Düsseldorf, pero lo cierto es que según autoridades dignas de confianza, la primera interpretación por parte de la Allgemeine Musikwerein fue recibida con frialdad. No obstante, los relatos de la primera y sucesivas audiciones no coinciden totalmente. Max Alberti escribió que incluso en tiempo muy posterior solamente pocas obras sinfónicas de gran importancia pueden vanagloriarse de un éxito similar.

La Renana se inicia con un Lebhaft (vivace) en Mi bemol con toda la orquesta anunciando un tema heróico que contiene lo que Lawrence Gilman describió en una ocasión como "una afinidad espiritual e incluso musical con el tema inicial de la Tercera Sinfonía de Brahms". Hay un segundo tema interpretado en Sol Menor por el oboe y el clarinete. El Scherzo, que se inicia como molto moderatto se abre en Do mayor con un tema para la cuerda y los fagotes con acompañamiento jovial. El contratema es delicioso y en el trío de las trompas, trompetas, clarinetes y fagotes coinciden en la música siguiente desarrollada en La menor.
El lirismo continua en el tercer movimiento moderatto, el tono es La bemol y el desarrollo de la partitura se asigna fundamentalmente a la madera, a un par de trompas y a la cuerda. El cuarto movimiento , sin desarrollo y por ello más que un movimiento un interludio, es a veces llamado La escena de la Catedral. El tono es el Mi bemol menor con un respiro en Si mayor; el movimiento está marcado como solemne.
Se ha sugerido que el final Vivace, otra vez en Mi bemol, evoca en cierto modo a un festival del Rhin. Lo que es literalmente cierto es que el segundo tema está tomado de una canción tradicional renana "So leben wir, so leben wir alle Tage" (Así pues, vivimos, entonces vivimos todos los días). Posteriormente hay una alusión a la escena de la Catedral y una coda nos conduce al final.


Un paisaje de Renania


1 comentario:

q u i n o ƒ ƒ dijo...

Siempre —siempre— es un agrado y un aprendizaje revisar tus notas sobre música. Felicitaciones y en especial por esta sinfonía, una de mis favoritas de todos los tiempos.

J.